One sister, one lake [Mandy]

por **Scorpius Malfoy** Dom Jun 20, 2010 7:19 pm

No sabe qué narices está sucediendo durante esa temporada, pero últimamente apenas ve a nadie, sea donde sea y esté donde esté. Cuando hay gente, porque la masa es agobiante. Cuando no, porque la soledad es agobiante. La gente necesita una excusa para quejarse de algo, pero lo cierto es que él está a gusto, relajado, en su mundo. Sin estúpidos enanos que le inciten a sufrir lo que algunos Gryffindor llaman 'bromas de mal gusto' o 'carácter infantil'. ¿Serán idiotas? Eso es gente que no sabe divertirse, y punto.
Pensando en sus cosas, llega al lago del castillo. A la orilla, más bien. Se descalza, y camina por la arena hasta llegar a un par de metros antes del agua, donde se queda plantado.

por **Mandy Malfoy** Dom Jun 20, 2010 7:41 pm

Después de salir de aquella horrible clase de pociones, Roxanne me invitó a ir a la Sala Común, para ayudarme con los deberes que había mandado el profesor, ya que a mí ya bien sabía, que las pociones no se me daban ni por asomo, bien. Y para colmo, hoy el profesor me había puesto en evidencia delante de toda la clase. ¿Pero qué le da derecho? Rechacé entonces la invitación de Rox. Me apetecía estar sola ahora, y dentro del castillo eso era francamente difícil. Siempre había alguno de primero probando bromitas pesadas. Decidí salir a los terrenos, donde a estas horas, que casi iba a anochecer, no habría mucha gente.

Me encaminé hacia el lago. En el camino nadie se cruzó conmigo. Con suerte, podría darme tiempo a ver como se ponía el Sol. Al llegar a escasos 50 metros del agua, pude reconocer una melena rubia algo despeinada, muy familiar. Sonreí al reconocer a mi hermano cerca de la orilla, descalzo. Me arrimé intentando no hacer ningún sonido y dejé mis zapatos a la altura de los suyos. Avancé hasta su posición, colocándome a su lado, mirando fijamente al frente.

por **Scorpius Malfoy** Dom Jun 20, 2010 7:49 pm

No sabe cuánto tiempo llevará ahí parado, a la orilla del lago, simplemente mirando, aquí y allá, mientras piensa en sus cosas. En todo el tiempo que ha pasado desde que llegó a la escuela, por ejemplo. En toda la gente que ha conocido. Y de pronto, empieza a pensar en qué será de él cuando salga de la escuela.
No lo tiene muy claro, la verdad. Quizá por eso en su día se presentó a todos los TIMOS con la intención de sacar las máximas notas en todos ellos. Para tener donde elegir. Pero precisamente por tener donde elegir, no sabe con qué quedarse.
Sus pensamientos se evaporan tan rápido como una melena rubia aparece a su lado, sin más. Se le escapa una sonrisa al darse cuenta de quién es. Alza la mirada un instante. Ha llegado en el momento justo, el sol está a punto de ponerse. Qué bonito.
- Hola, hermanita... -murmura, sin mirarla. Se le antoja una escena de lo más idílica, los dos hermanos, ahí plantados, admirando el atardecer. Quién hubiera pensado algo así de los Malfoy- ¿Cómo te va?

por **Mandy Malfoy** Dom Jun 20, 2010 8:18 pm

Continué mirando al frente, esperando de un momento a otro a que Scorpius saliera de sus pensamientos y se diera cuenta de mi presencia. Mientras tanto, pude agradecer que había llegado justo a tiempo para ver como se iba el Sol, y llegaba la noche para que comenzara un nuevo día... que esperaba que fuese mucho mejor que éste, aunque eso no era demasiado difícil. Pensé entonces en lo rápido que pasa el tiempo, y que al año siguiente, esta situación, de estar al lado de mi hermano, ya no podría vivirse, al menos aquí. Y después sería yo quien tendría que abandonar este colegio y lo malo y lo bueno que eso conlleva.

En aquel punto de mis pensamientos, pude observar de reojo como mi hermano giraba unos segundos la cabeza para observar quien estaba a su lado. Sonreí al notar como él sonreía, sin apartar la mirada de aquel atardecer hermoso. Escuché como me saludaba, sin que ambos apartásemos la mirada de allí.
- Hola, hermano... - Dije de forma suave, bajando la mirada hacia el reflejo de ambos hermanos, que pronto desaparecería por la oscuridad de la noche. Volví a mirar hacia el horizonte, para contestar su pregunta. - Puede decirse que sin altercados importantes. Tampoco diré que muy bien. - Comenté, suspirando. - ¿Cómo te va a ti? - Añadí, retirándome el pelo de la cara, para que el viento flojo que soplaba me lo retirara hacia un lado.

por **Scorpius Malfoy** Dom Jun 20, 2010 8:52 pm

El sol empieza a esconderse ya del todo, sí. Pero aún queda algo de claridad, y realmente, a esas horas, y las dos o tres siguientes, es cuando más a gusto se suele estar al aire libre. Si lo sabrá él, que es capaz de cualquier cosa por un poco de aire fresco de vez en cuando. Le agobia estar encerrado demasiado tiempo... Quizá sea un poco claustrofóbico, en cierto modo.
Escucha su respuesta, dejando que el airecillo le sacuda el flequillo rebelde, alborotándoselo. Automáticamente, hace caso a su manía de siempre y se pasa la mano por él, aunque logra el efecto contrario al deseado de peinárselo de nuevo.
- Vaya, pues habrá que hacer algo para que mejore, ¿no? -la anima. Siempre pueden hacer algo... a fin de cuenta, son hermanos. Los hermanos comen o cenan juntos de vez en cuando, y esas cosas. Hay que aprovechar, antes de que se dé cuenta no estará en la escuela con ella. Aparta ese pensamiento de su cabeza y se centra en responder- ¿A mí? Nada del otro mundo, la verdad. Estos últimos días han sido de lo más aburridos por el castillo... todo un coñazo e.e

por **Mandy Malfoy** Dom Jun 20, 2010 9:16 pm

Mientras esperaba una respuesta, el viento comenzó a rebolotearnos más el cabello a ambos y el agua hacía unas ligeras ondas con lo que nuestros reflejos se difuminaban cada vez más. Yo seguía mirando al frente, el Sol ya estaba escondiéndose del todo, y hacía una temperatura perfecta. El cielo rosado y despejado. Una tarde-noche perfecta, como las que a mí me gustaban. Se oía un pequeño murmullo procedente del castillo, pero por lo demás, todo era tranquilidad. Todo apacible.

Escuché como intentaba animarme. Siempre era su intención cuando no estaba demasiado bien, y muchas veces lo conseguía. Pero conmigo eso era tremendamente difícil. - Mejorar... - Repetí, situando la mirada donde llevaba durante toda la conversación, en el poco Sol que aún se veía.
- Tampoco es nada en especial. Ya sabes, siempre suele pasarme. Días malos, en los que siento que no sé que hago aquí, y los demás que directamente no lo pienso, esos son pasables. - Añadí, volviendo a suspirar. Siempre había hablado con mi hermano acerca de estas cosas, pero últimamente yo estaba más reservada de lo normal (que ya es decir), y él algo más distante y ausente, pero no únicamente conmigo.

Escuché como respondía a mi pregunta. Me esperaba algo así. - Sí, un auténtico coñazo. Te doy la razón. - Comenté. - Pero bueno, ¿todo bien? - Pregunté, esta vez sí volviéndome hacia él, entrecerrando los ojos.

por **Scorpius Malfoy** Dom Jun 20, 2010 9:26 pm

Esa esfera brillante ya ha dejado de serlo. Ahora, no es más que una pequeña porción redondeada a punto de desaparecer definitivamente tras las montañas. Suspira nuevamente, otro día que llega a su fin, y tan poco productivo como los demás.
Días malos, y "los demás". Ese era el resumen de novedades que Mandy tenía acerca de su rutina. ¿Rutina? Asco. Eso era lo que me inspiraba esa palabra. Tenía ese tremendo poder de lograr que cualquier cosa pudiese volverse rematadamente aburrida.
- ¿Y qué te parece si mañana nos vamos tú y yo a tomar uno de esos helados de tres bolas, como en los viejos tiempos? -esa rutina veraniega que aún no han recuperado ese año. Echa de menos, simplemente sentarse con ella y reír un rato mientras dan lambetones a bolas heladas. La mira a ella cuando ella le mira a él, ante todo coordinación. Para algo son hermanos, claro que sí. Encoge los hombros, nuevamente-.Sí, no sé. No tengo nada de lo que quejarme, aparte de eso, del aburrimiento e.e

por **Mandy Malfoy** Dom Jun 20, 2010 11:56 pm

Suspiré por tercera vez, casi de forma inconsciente mientras esperaba una respuesta a la pregunta que le había formulado, con algo de preocupación. Era verdad que le notaba algo distraído, pero no iba a decirle nada sobre aquello, puesto que yo también lo estaba y no tenía un motivo claro para explicar por qué; el tampoco lo tendría. Si lo tenía y quería contármelo, ya lo haría.

Comencé a fijarme de nuevo en aquel Sol anaranjado, del que solo se podía ver ahora una pequeña franja antes de que se perdiera por aquellas montañas verdes. En ese momento, escuché sonriendo la propuesta de mi hermano. Me giré de nuevo para mirarle, quería que supiera que me alegraba de que me propusiera algo así. Le mostré mi sonrisa antes de hablar. - Me parecería estupendo, Scorp. - Dije, pero esta vez sin apartar la mirada. Me quedé observándole, recordando aquellos tiempos en los que yo acababa de entrar en Hogwarts y todos los de mi casa me miraban de una forma extraña por mi apellido y pertenecer a uno de ellos. Él nunca me había hecho sentir diferente a ninguno de mi familia, y de ninguna forma distanciada por no pertenecer a Slytherin. A mí me costó comprender, por qué yo era diferente, por qué yo no estaba en la casa de mi hermano. Al fin de al cabo, él y yo nos parecíamos bastante. Recordé entonces cuando íbamos los dos a Hogsmeade y yo todavía tenía esos 11 años, él solo uno más, y le contaba lo que me decían algunos de mi casa mientras comíamos grandes helados y a él le miraban raro todos los que pasaban de su casa, por estar sentada con una Gryffindor.

Pero todo eso ya había pasado, en parte gracias a él, que siempre estuvo ahí. Ahora simplemente, si estaba mal, era porque no había nada que pudiese distraerme, o si no, muy pocas cosas. La vida era monótona y aburrida. - Sabes que odio la rutina igual que tú... - Añadí, suspirando, y apartando la mirada de mi hermano después de aquellos pensamientos. - Al menos, tú el año que viene, pasarás a hacer algo distinto. Tendrás otra rutina, pero distinta. A mí me queda un año de... de no sé que. - Añadí metiendo la punta del pie derecho en el agua. Estaba bastante fría, pero era algo que me relajaba. - Me dijiste hace tiempo que no sabías que harías al salir de aquí. ¿Hablaste con papá sobre ello? - Pregunté sin apartar la mirada del agua.

por **Scorpius Malfoy** Lun Jun 21, 2010 12:34 am

Hace un recuento mental de sus recuerdos, todos los que se le antojan a esa propuesta que le ha hecho de tomar su helado "de siempre". Se acuerda de cuando llegó ella a la escuela, cómo la trataban de primeras como ese "bicho raro" por ser una Malfoy en Gryffindor. Pero para él nunca fue nadie que mereciese hostilidades. Es su hermana, a fin de cuentas. Siempre lo ha sido, su rubia, "la chica de su vida", como quien dice. Siempre han estado ahí, el uno para el otro, en los momentos buenos y en los malos. Y cuando se enfadaban, no les solía durar más de un día, simplemente porque no podían soportarlo.
Y se acuerda de la última vez que tomaron su helado, el 31 de agosto del año anterior, en las mismísimas escaleras del Metropolitan, al otro lado del charco. ¿Tanto tiempo ha pasado ya? Qué rapidez...
- Mañana vamos de helados, entonces -sonríe ampliamente, acompañando esa sonrisa que le ha dedicado. Le encanta verla sonreír. Se acerca a ella un par de pasos y, sencillamente, la abraza, lo echa de menos. Echa de menos los mimos de su hermanita *-* luego le revuelve el pelo, sin separarse, y besa su frente-. Bueno, tú tranquila... Séptimo se pasa enseguida. Y si tienes problemas con alguien, ya sabes a quién tienes que mandar una lechuza con la sentencia de muerte Twisted Evil

-bromea, antes de revolverle el pelo-. No, no he hablado con él aún... No tiene mucho tiempo libre, ya sabes.

por **Mandy Malfoy** Lun Jun 21, 2010 5:48 pm

Seguí mirando aquel agua en la que ya no había ningún reflejo, detenidamente. Movía ligeramente el pie, haciendo pequeñas ondas en el agua mientras corría el viento suavemente acariciando nuestros cabellos. Escuché como, mientras me miraba, afirmando que mañana iríamos a por esos helados, me devolvía aquella sonrisa. Sonreí entonces aún más, agradeciendo aquella invitación. Me vendría bien despejarme un poco, algo con lo que entretenerme. Volví la vista, buscando si quedaba alguna pequeña franja de Sol entre las montañas, pero justo en ese instante, había desaparecido del todo. Observé entonces que mi hermano, daba un par de pasos hacia mí, y pude notar el calor de sus brazos, cuando se disponía a abrazarme. Me di la vuelta, para estar frente a él, y apoyé la cabeza en la parte delantera de su hombro, ya que él me sacaba más de media cabeza. Me abracé a él cariñosamente mientras sonreía levemente.

Sin separarse, me dio un pequeño beso en la frente, como siempre solía hacer... pero hace tiempo que no me daba uno de ellos, me gustaba volver a sentir que mi hermano siempre estaría allí. Cerré los ojos mientras lo hacía y escuché lo que empezaba a decirme. - Tampoco quiero que séptimo pase muy deprisa, Scorp. No tengo ni idea de qué hacer allí fuera. Quizá seguir los pasos de nuestros padres, no me desagrada la sanación... - Dije de forma un tanto pensativa. Recordé en ese momento lo que me había propuesto aquel grupo contra magos tenebrosos. Pensaban que yo era la mejor candidata para infiltrarme con aquellos jóvenes que deseaban convertirse en mortífagos... y quizá tenían razón. Pero no sabía si lo conseguiría o si de verdad quisiese hacerlo. Suspiré y reí cuando comentó aquello de la sentencia de muerte. Al revolverme el pelo y decir lo de papá, volví a quedarme algo pensativa. - Sí, ya sé... pero creo que deberías insistir en comentárselo. Aunque ya sabes, que siempre podrás meterte en todo lo que quieras, mira tus notas. - Observé, aún abrazada a él.

por **Scorpius Malfoy** Lun Jun 21, 2010 6:55 pm

Le encanta abrazar a su hermana, es algo muy... Relajante, digamos. Su compañía tiene el poder de hacer que se olvide de todo y, a la vez, de hacer que pueda hablar de cualquier cosa. Revuelve un poco más su pelo y se queda así tan a gusto, rodeándola con sus brazos, relajándose como nunca, porque para él no hay nada más relajante y apaciguador que un abrazo de su hermana.
- Ese es el problema que tenemos todos, me temo... Los siete años en el castillo son geniales, pero hasta que no se acerca el final, no te planteas qué vendrá después... y te encuentras con el futuro en blanco e.e -por su parte, no está para nada convencido de qué hacer con su vida. Ha recibido invitaciones tanto de ese grupo de aspirantes a asesinos que al parecer tienen algún plan en lo que a resurgimientos tenebrosos se refiere, por eso de llevar el apellido Malfoy a sus espaldas, como de aquellos que sueñan con formar parte de la Orden del Fénix algún día, porque tener una hermana en Gryffindor "le suma puntos".
Cuando vuelve a recalcar el tema de su padre y de sus notas, un leve rubor acude a sus mejillas. En efecto, no puede quejarse. Pero ese es precisamente el problema, que no sabe qué narices hacer.
- Sí, cuanto antes hablaré con él, necesito algún tipo de guía o consejo. No sé qué demonios hacer con mi vida... -deja escapar un leve bufido. Entonces, sin venir a cuento de nada, se acuerda de algo que no le ha contado. No ha tenido ocasión de hacerlo antes, sí, pero...- Ah, tengo que contarte algo... Creo que deberías saberlo o///ó -ese rubor se acrecentó medianamente, resulta parecido al que le salió en cuarto, cuando le fue a contar que había empezado a salir con una tal Alexia Cooper. Una desastrosa relación que duró apenas una semana, y que él mismo la dio por terminada, indignado, cuando supo de los "abusos" de su "novia" hacia su hermana. Su hermana es muy importante para él, y no piensa permitir que le hagan ningún daño.

por **Mandy Malfoy** Lun Jun 21, 2010 7:40 pm

Quedé algo pensativa después de decirle aquello a mi hermano, mientras aún seguía entre sus brazos, y con la cabeza apoyada en uno de sus hombros. Al menos, el haber pasado con él este rato y ver ponerse el Sol, habían hecho que aquel día fuese un poco mejor. Cerré los ojos, dejando que el viento soplara sobre mi rostro, hacía una temperatura ideal. No quería tener que separarme de mi hermano y volver al castillo, a toda la monotomía, a toda la asquerosa rutina. Al menos, me reconfortaba el que mañana pudiese estar un rato con él, charlando mientras tomábamos esos ricos helados.
Escuché lo que decía, abriendo los ojos, y clavando ahora la vista en el horizonte. - Empezaré a planteármelo ahora entonces... pero sé que hay algunas opciones que no puedo elegir. - Mis notas estaban bien, menos en algunas asignaturas como pociones o Historia de la Magia, que no rozaban el extraordinario. Lo que me preocupaba eran los prejuicios que pudiese tener la familia, o los que se tuvieran fuera sobre mi apellido. ¿Y si por un casual, quisiera ser Auror? En casa se intentaba no hablar de ese tema, yo lo notaba, pero... Suspiré. - No sé. Veré las posibilidades, hablaré con mamá. Pero antes vas tú. - Dije sonriendo, levantando la cabeza para mirarle, observando sus mejillas levemente enrojecidas. - ¿No tienes nada, pero nada en mente? Algo tiene que atraerte más... ¿Alguna asignatura en especial, quizá? - Pregunté insistiendo, entrecerrando los ojos.

En ese momento, en que volvía a bajar la mirada al agua, comentó que tenía algo que decirme. Siempre que empezaba esa frase, era algo más en lo que tendría que preocuparme, quizá. Levanté inmediatamente la cabeza con un rostro serio, para mirarle a los ojos.
- ¿Qué pasa? - Pregunté, sin apartar la mirada, impaciente por escuchar aquello. Pude fijarme, que el rojo de sus mejillas era cada vez era más intenso y así, hacerme una pequeña idea de lo que se trataba...

por **Scorpius Malfoy** Mar Jun 22, 2010 2:42 am

Sí, está totalmente convencido de que lo va a echar de menos. Esos ratos que llegan sin avisar, en los que simplemente están juntos, como hermanos, pasando el rato y contándose sus cosas tranquilamente. Esos ratos no se tenían siempre que se querían... Y llegaban, curiosamente, cuando menos se acordaba uno de ellos. Por eso, supone, son tan especiales.
- Bueno... Tampoco tienes que estresarte. Tú tienes tiempo por delante, aún. Baraja tus posibilidades, según tus notas, y sobre todo, según lo que tú realmente quieras hacer... Hazme caso -le acaricia la mejilla, tiernamente, como hace siempre que le está dando un consejo que cree que le va a servir-. Aunque lo que quieras hacer vaya en contra de los ideales de papá y mamá... Tú no eres ellos. No tienes que hacer lo que ellos quieran, tienes que hacer tu vida. Puedes intentar forzarte a hacer algo que creas que les va a hacer sentirse orgullosos, pero... ¿Para qué? Es mejor que seas feliz haciendo lo que quieres, aunque no les guste a todos. Realmente, si a ti te gusta... Los que te queremos nos alegraremos por ti *¬* -menudo discursito... Hacía mucho tiempo que no le echaba una charla así con uno de sus filosóficos consejos sobre la vida. Es algo que sólo es capaz de hacer con su hermana. Después de eso, ella le pregunta por él, por lo que tendrá él en mente. Frunce los labios, sin acabar de estar convencido del todo-. No sé... No estoy seguro. Pero quizá me enfoque a algo que tenga que ver con los dragones... Siempre he adorado esos bichos, ya sabes -ríe sanamente y, poco después, ataca el tema. Se pone seria, y le pregunta directamente, mirándole directamente. Vamos allá, Scorp-. Pues... ¿Te acuerdas de Nicolette, una chica de mi curso? He... he empezado a salir con ella -murmura. Baja la mirada, esperando la reacción de su hermana.

por **Mandy Malfoy** Mar Jun 22, 2010 3:31 pm

Quería parar el tiempo. Solo pensar en volver allí, al castillo, con las mismas "tareas" de siempre, me amargaba. Recordé en ese momento, que tenía que hablar con Jared algo que me dijo anteriormente la directora; ella quería hablar con nosotros, sobre algo de nuestra casa. Nunca había querido ser prefecta, me presenté y todavía no sabía por qué... Suponía que para hacer algo distinto y evitar esa rutina de siempre, pero ahora aquello también se había convertido en eso, parte de la rutina diaria.
No, no quería que avanzase. Quería quedarme toda la noche allí, disfrutando de este momento, que podría ser de los últimos con él realmente especiales en la escuela.

Mi hermano me sacó de aquellos pensamientos, para comenzar a darme esos consejos de los suyos, que me encantaban y que siempre me servían, aunque no lo pareciese en algunas ocasiones, de algo. Mirando a aquel lago oscuro, al que su nombre le venía a la perfección, escuchaba atentamente sus palabras, de forma pensativa. Tenía razón, aún faltaba más de año y medio para decidirme, y por las notas no tenía que preocuparme demasiado. En ese momento, me acarició la mejilla cariñosamente, como solía hacer siempre que hablaba de esa manera... Y yo siempre respondía con una cálida sonrisa agradecida, cosa que también hice esta vez. Cuando dijo aquello sobre que podría hacer lo que quisiese, me sentí algo aliviada. Yo sabía que él nunca me iba a judgar por escoger algo que quizá no fuera propio de la familia, pero siempre tenía ese miedo de la decepción. - ¿Sabes? Te agradezco que me digas todo eso, de verdad que me tranquiliza. - Comencé a decir, clavando de nuevo la vista en el lago. - Sé que papá quizá no me diría nada, si tomo un camino que él nunca hubiese tomado, incluso que me dejarían con total libertad tomarlo, y con el tiempo hasta aceptándolo con normalidad. Igual que pasó aquí... - Añadí, refiriéndome a la diferencia de la casa. - ...nunca llegaron a reprocharme nada, e incluso ahora me felicitaron por ser prefecta. Pero por eso mismo, no quiero otra "decepción" más, porque puede que un día sí que llegue a importarles de verdad. - Comenté, durante todo el tiempo, de forma pensativa y un tanto agobiada.

Él contestó a mi pregunta, un tanto dudoso. Cuando dijo aquello sobre los dragones, reí al unísono con él. Su pasión por esos bichos, a los que yo se podía decir que no les tenía mucho aprecio, era increíble. - No meterás nunca uno de esos en casa eh. - Añadí entre risas. A continuación se dispuso a contarme aquello que tenía que decirme, y mi rostro se tornó algo serio. Le miraba a los ojos, esperando oir un nombre... Nicolette. Aquella chica... siempre la había visto muy pegada a mi hermano, al final se había salido con la suya, parecía. No nos llevábamos especialmente bien, que digamos. Suspiré, antes de decir algo. - Bueno, sí, sé quien es... me alegro por ti, supongo. - Murmuré, bajando la mirada.